Este proyecto parte de la voluntad de renovar la imagen de las habitaciones, manteniendo la coherencia con el estilo clásico del hotel, pero dotándolas de un aire más actual y refinado.

El objetivo era conseguir una estética atemporal que transmitiera elegancia y confort, sin renunciar a la identidad propia del establecimiento.

La propuesta se basa en una paleta sofisticada de blancos y negros, reproducida en distintos materiales como maderas, telas y detalles metálicos, generando una imagen uniforme pero rica en texturas. Uno de los puntos singulares del proyecto es el revestimiento del baño, concebido como una extensión del lenguaje estético de la habitación, en el que los mismos tonos y acabados se traducen en un espacio elegante y coherente.

El detalle metálico aporta un toque distintivo y contemporáneo dentro de una composición equilibrada y serena.